Fecha de actualización: 23/06/2020
(V.2.0/2020)
Las celulitis periorbitaria y orbitaria se clasifican dependiendo del grado de extensión con relación al septo orbitario. Las periorbitarias o preseptales afectan a los tejidos blandos anteriores al septo orbitario siendo las más frecuentes y predominando en los menores de 2 años. Las orbitarias son aquellas que afectan a tejidos posteriores al septo, presentan un peor pronóstico, predominan en niños mayores y se asocian con sinusitis hasta en un 98% de los casos.
Etiología
Los agentes microbianos causantes son numerosos. Los más importantes son S. pneumoniae, H. influenzae, S. pyogenes y, en casos con puerta de entrada o traumatismo (incluyendo picadura de insectos) también S. aureus. Los anaerobios podrían estar implicados en situaciones especiales, como, por ejemplo, cuando el origen es odontogénico o si hay sospecha de extensión intracraneal. Aunque puede estar implicado más de un agente simultáneamente, en especial si se trata de niños mayores, lo habitual es que sea una única bacteria el agente causal.
Diagnóstico
El diagnóstico diferencial entre la celulitis periorbitaria y orbitaria en ocasiones puede ser un reto para el pediatra. La celulitis orbitaria puede acompañarse de proptosis (desplazamiento antero-inferior del globo ocular), dolor a la movilización ocular, alteración de la motilidad (en especial para mirar hacia arriba), disminución de la agudeza visual o quemosis (edema de la conjuntiva bulbar). En el niño que ingresa, se consideran las siguientes pruebas complementarias: analítica general con reactantes de fase aguda y hemocultivo; así como tinción de Gram y cultivo del exudado de posibles heridas o puerta de entrada. En cuanto a las pruebas de imagen, si existen dudas en el diagnóstico, extensión o complicaciones se debe realizar TC/RM de órbita y senos paranasales con contraste. Se debe valorar individualmente ya que en la actualidad es controvertida su realización de forma generalizada. La radiografía de senos paranasales tiene poca utilidad.
El diagnóstico diferencial debemos establecerlo con traumatismos oculares, conjuntivitis, tumores, edema local unilateral, cuerpos extraños oculares o reacciones alérgicas.
Tratamiento
En la mayoría de los casos el tratamiento antibiótico inicial será empírico con cobertura de la etiología más probable en función de la historia clínica y la exploración física.
La clave para obtener los mejores resultados clínicos es el manejo multidisciplinar incluyendo valoración conjunta por pediatría, oftalmología y otorrinolaringología, ya que juegan un papel fundamental en el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno de posibles complicaciones.
Diagnóstico diferencial entre celulitis periorbitaria y orbitaria | ||
Características | Celulitis periorbitaria | Celulitis orbitaria |
Patogenia | Traumatismo, puerta de entrada, progresión de una infección contigua (conjuntivitis, chalazión, orzuelo, dacriocistitis, dacrioadenitis, impétigo).
Sinusitis. Raramente por extensión hematógena en lactantes con infección respiratoria de vías altas (S. pneumoniae, H. influenzae, M. catarrhalis). |
Sinusitis (etmoidal>maxilar>frontal>esfenoidal o pansinusitis).
Es poco frecuente, pero puede ocurrir por contigüidad, extensión de infección odontogénica u otitis media aguda |
Edad media | 2 años. | 12 años. |
Sexo | Igual de incidencia en ambos sexos. | Predomina el sexo masculino 2:1. |
Estacionalidad | Sin estacionalidad. | Aumento de incidencia a finales de otoño y principios de primavera en relación con el incremento de la sinusitis. |
Frecuencia | Frecuente. | Poco frecuente. |
Clínica | Induración periorbitaria unilateral, eritema, calor, dolor a la palpación con o sin fiebre. | Dolor a la movilización ocular unilateral, quemosis, proptosis, oftalmoplejia, disminución de la agudeza visual, afectación del estado general y fiebre. |
Etiología | Puerta de entrada cutánea: S. aureus, S. pyogenes.
Puerta de entrada no cutánea: S pneumoniae, H. influenzae no tipable. Bacteriémica: S. pneumoniae. Edema inflamatorio secundario a sinusitis: S. pneumoniae , H. influenzae no tipable. M. catarrhalis. |
Más frecuentes: S. pneumoniae, S. aureus, S. pyogenes, H. influenzae no tipable. Anaerobios del grupo S. viridans ( S. mitis, S. anginososus).
Menos frecuentes: Otros anaerobios. M. catarrhalis, Eikenella corrodens. Hongos filamentosos. En sinusitis crónica Pseudomonas. |
Inmunodepresión: Más frecuentes: S. pneumoniae, H. influenzae, S. aureus, Pseudomona sp. Menos frecuentes: Hongos, sobre todo Aspergillus sp. |
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Diagnóstico | Clínico. | Clínico, analítico (leucocitosis con desviación a la izquierda y aumento de reactantes de fase aguda) y radiológico. |
Complicaciones | Poco frecuentes.
Infección intraorbitaria. |
Absceso subperióstico, orbitario, intracraneal, meningitis, trombosis del seno cavernoso, pérdida de la visión (3-11%), meningitis, sepsis y muerte (1-2%). |
Diagnóstico diferencial entre celulitis periorbitaria, orbitaria y sus complicaciones según la clasificación de Chandler | |||||
Infección | Inflamación palpebral | Unilateral o bilateral | Oftalmoplejia | Proptosis | Disminución de la agudeza visual |
Celulitis periorbitaria | Sí | Unilateral | No | No | No |
Celulitis orbitaria | Sí | Unilateral | Sí | Sí | Puede aparecer |
Absceso subperióstico/ orbitario | Sí | Unilateral | Sí | Sí | Sí |
Trombosis del seno cavernoso | Sí | Generalmente Bilateral | Sí | Sí | Sí |
Estudios complementarios en celulitis orbitaría | ||
Indicados en la evaluación inicial | Indicados en situaciones especiales1 | |
Laboratorio2 | Hemograma, PCR*, PCT**. | |
Microbiología | Hemocultivo.3
Gram y cultivo de secreción externa. |
Gram y cultivo de material drenado quirúrgico en celulitis orbitaria.
Punción lumbar.4 |
Pruebas de imagen | Pruebas de imagen:
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Interconsultas | Oftalmología
ORL |
* PCR: Proteína C Reactiva, **PCT: Procalcitonina, ***TC: Tomografía computarizada; RM: Resonancia magnética
Indicaciones de ingreso hospitalario |
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Tratamiento antimicrobiano empírico en celulitis orbitaria | |||
Tratamiento ambulatorio6 | Tratamiento en Ingreso hospitalario | ||
Elección | Alternativa | ||
Neonatos7 y lactantes de 1 a 3 meses | No recomendado | Ampicilina IV + Cefotaxima IV | Considerar añadir tratamiento para S. aureus8 |
De 4 a 12 meses | Celulitis preseptal con puerta de entrada cutánea | ||
No recomendado |
Amoxicilina-clavulánico IV Cloxacilina IV Cefazolina IV |
Clindamicina IV (ó Vancomicina IV)8 |
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Celulitis preseptal sin puerta de entrada | |||
No recomendado |
Amoxicilina-clavulánico IV Cefotaxima IV |
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Celulitis orbitaria, absceso subperióstico/orbitario | |||
No recomendado |
Clindamicina IV + Cefotaxima IV (ó Ceftriaxona IV) ± Metronizadol IV si sospecha de complicación intracraneal10 |
Cloxacilina IV + Cefotaxima IV (ó Ceftriaxona IV ó Meropenem IV) |
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Mayores de 1 año9 | Celulitis preseptal con puerta de entrada cutánea | ||
Amoxicilina-clavulánico VO (ó Cefuroxima-axetilo VO) |
Amoxicilina-clavulánico IV (ó Cloxacilina IV ó Cefazolina IV) |
Clindamicina IV (ó Vancomicina IV)8 |
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Celulitis preseptal sin puerta de entrada | |||
Amoxicilina-clavulánico VO (ó Ceftriaxona IM ó Cefuroxima-axetilo VO) |
Amoxicilina-clavulánico IV (ó Cefotaxima IV ó Cefuroxima IV) |
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Celulitis orbitaria, absceso subperióstico/orbitario | |||
No recomendado |
Clindamicina IV (ó Cloxacilina IV) + Cefotaxima IV (ó Ceftriaxona IV) ± Metronizadol IV si sospecha de complicación intracraneal10 |
Meropenem Alérgicos con anafilaxia y casos especiales: Levofloxacino IV + Clindamicina IV (ó Metronidazol IV) |
Vía de administración y duración del tratamiento | |
Vía de administración |
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Duración del tratamiento |
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Tratamiento antimicrobiano. Dosis recomendadas |
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Ver “Antibióticos. Dosificación” en https://guia-abe.es/ |
Otras medidas terapéuticas |
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Indicaciones de drenaje quirúrgico | |
Indicaciones relativas de cirugía | Indicaciones absolutas de cirugía |
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Algoritmo 1. Manejo de la inflamación palpebral |
Referencias bibliográficas |
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1 A valorar de forma individual, siempre en el medio hospitalario. Pacientes que no presentan mejoría después de 24-48 horas de tratamiento antibiótico empírico o necesidad de drenaje quirúrgico..
2 Aunque habitualmente el laboratorio no cambia la actitud terapéutica, suele hacerse analítica básica y debería ser obligada la realización de hemocultivo.
3 Baja sensibilidad de los hemocultivos (menos del 5-10% son positivos); especificidad cercana al 100%. En infección por H. influenzae tipo b mayor rentabilidad del hemocultivo. En celulitis secundaria a sinusitis, los hemocultivos son negativos.
4 En casos de bacteriemia por H. influenzae o meningismo.
5 La prueba de imagen más útil en el manejo inicial del paciente es la TC con contraste de órbitas y senos paranasales. La RM es superior al TC para diagnosticar la progresión de la infección a tejidos blandos, pero en ocasiones no está disponible o se necesita sedación en niños pequeños. Indicaciones: Proptosis. Limitación de los movimientos oculares. Pérdida de visión. Diplopía. Edema que se extiende por encima del margen palpebral. Neutrofilia >10 000 cel/ml. Signos de afectación del SNC. Imposibilidad de exploración oftalmológica, en especial si es menor de 1 año.
6 Solo se planteará el tratamiento ambulatorio en niños mayores de 1 año con celulitis periorbitaria confirmada y leve, siempre que se asegure su control clínico en 24 horas y que la situación familiar/social no lo desaconseje.
7 En neonatos la celulitis periorbitaria suele ser una complicación de dacriocistitis. Las bacterias más comunes son S. pneumoniae, aunque también puede ser debida a H. influenzae, S. agalactiae, S. aureus o S. epidermidis
8 Vancomicina si existe riesgo o sospecha de S. aureus meticilín-resistente.
9 A partir de 4 años es más frecuente la existencia de sinusitis subyacente. Habitualmente el niño con sinusitis es de mayor edad, tiene escasa sintomatología general (afebril o febrícula), en ocasiones historia de edema e hinchazón gradual de párpados y poca alteración de las pruebas de laboratorio.
10 Para cubrir anaerobios de la cavidad bucal y senos paranasales: cefotaxima + clindamicina. Si la sospecha es de afectación intracraneal: cefotaxima+metronidazol (mejor paso a través de la barrera hemato-encefálica en comparación con la clindamicina).
11 La ampicilina y la amoxicilina siempre se usarán a dosis altas debido a la alta tasa de cepas de neumococo con sensibilidad disminuida a betalactámicos.
12 Seguimiento ambulatorio tras tratamiento IV, cuando mejoren los signos inflamatorios. Habitualmente a partir del tercer día, o bien pauta inicial VO o IM en casos leves en niños mayores de 1 año que se traten ambulatoriamente.
Notas: la Guía-ABE se actualiza periódicamente. Los autores y editores recomiendan aplicar estas recomendaciones con sentido crítico en función de la experiencia del médico, de los condicionantes de cada paciente y del entorno asistencial concreto; así mismo se aconseja consultar también otras fuentes para minimizar la probabilidad de errores. Texto dirigido exclusivamente a profesionales. | |||
[i] Más información en:
http://www.guia-abe.es/
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