Fecha de actualización: 01/06/2022
(V.4.0/2022)
La conjuntivitis es un diagnóstico clínico basado en la presencia de hiperemia conjuntival que puede acompañarse de exudado con mayor afectación de la conjuntiva palpebral que de la bulbar. Pueden clasificarse según su etiología como infecciosas o no y según su evolución como hiperagudas1, agudas (duración hasta 3-4 semanas) o crónicas (duración superior a 4 semanas).
La conjuntivitis infecciosa aguda es muy común2 . Se calcula que el 50% son de origen bacteriano3 y el 50% de origen vírico. La diferenciación clínica entre unas y otras es difícil, aunque la presencia de otitis ( H. influenzae ) o la afectación preferentemente unilateral pueden orientar a un origen bacteriano mientras que la presencia de síntomas catarrales hace más probable un origen viral (adenovirus).
Generalmente se trata de un proceso leve y autolimitado; sin embargo, hasta un 90 % de los pacientes recibe tratamiento antibiótico tópico, prescripción realizada para disminuir las ausencias escolares y laborales. El uso de antibióticos se relaciona con una pequeña mejoría en las tasas de remisión clínica precoz y microbiológica (precoz y tardía)
Todos los lactantes menores de 28 días de edad diagnosticados de conjuntivitis4 (no aquellos que presentan simplemente secreción sin afectación conjuntival) deben ser valorados con carácter urgente.
La blefaritis es una infección primaria del párpado con extensión a la conjuntiva. Es la causa más frecuente de conjuntivitis crónica en niños mayores. Es útil la distinción entre blefaritis anterior (más frecuente en niños, con formación de costras a lo largo del margen del párpado y se manifiesta por picor, malestar ocular o sensación de cuerpo extraño) y blefaritis posterior (en la que los orificios de las glándulas de Meibomio están bloqueados, por lo que se provoca retención de sebo y posibles complicaciones como orzuelo, infecciones secundarias o chalazión).
La complicación más frecuente de la blefaritis es el chalazión, en el que la lesión se produce en la glándula de Meibomio como resultado de una reacción de cuerpo extraño a las secreciones producidas por la glándula que han sido expulsadas al tejido circundante. Puede aparecer después de un orzuelo o de forma primaria, sin fase inflamatoria aguda previa.
El orzuelo se produce por la obstrucción de las glándulas de Zeis o de Meibomio. Es un problema muy frecuente, sobre todo en la población adulta, aunque más difícil de tratar en niños5. Generalmente el proceso inflamatorio de un orzuelo es autolimitado, con drenaje y resolución espontánea en 5-7 días.
Microbiología | ||
Conjuntivitis infecciosa aguda | Virus | Adenovirus, enterovirus, virus del herpes simple |
Bacterias | H. influenza no tipable, S. pneumoniae, M. catarrhalis, S. aureus6 , N. gonorrhoeae7 , Chlamydia spp.7 | |
Conjuntivitis hiperaguda | Neisseriaspp. | |
Conjuntivitis neonatal | ||
Orzuelo | Staphylococcus spp | |
Blefaritis | S. aureus. Staphylococcus spp |
Estudios complementarios | ||
| Indicados en la evaluación inicial | Indicados en situaciones especiales |
Laboratorio | Habitualmente no necesarios |
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Microbiología | Habitualmente no necesarios | Los cultivos8 se reservarán para
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Indicaciones de derivación |
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Indicaciones de ingreso hospitalario |
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Tratamiento antimicrobiano empírico (y otros tratamientos) | |
Situación | Tratamiento de elección |
General |
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Conjuntivitis bacteriana aguda (>28 días de vida) |
Se propone cualquiera de las siguientes pautas10
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Conjuntivitis en personas que usan lentillas |
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Conjuntivitis bacteriana aguda (<28 días de vida) |
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Orzuelo |
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Blefaritis |
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Chalazión |
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Referencias bibliográficas |
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1 Conjuntivitis bacterianas de inicio brusco con abundante secreción producidas por N. gonorrhoeae , con riesgo para la visión si no reciben tratamiento precoz.
2 En los países desarrollados, la conjuntivitis infecciosa aguda es un trastorno común, con una incidencia de 1,5-2% anual en las consultas de atención primaria.
3 Posiblemente sobrevalorado por la presencia de flora habitual.
4 La conjuntivitis química por uso de nitrato de plata, de aparición en las primeras 24 horas de vida prácticamente ha desaparecido por el uso de otras sustancias (pomada de tetraciclina al 1% o pomada de eritromicina al 0,5%) que han demostrado similar efectividad para la prevención de la conjuntivitis neonatal por N. gonorrhoeae .
5 En los niños tienen una alta tasa de recurrencia.
6 Más frecuente en adolescentes que en niños más pequeños.
7 Relacionada con infección de transmisión sexual.
8 En los casos de conjuntivitis neonatal por Chlamydia se recogerán también cultivos de faringe.
9 Se recogerá PCR (mayor sensibilidad) y exudado (para obtención de antibiograma).
10 No se ha demostrado superioridad de ningún antibiótico tópico sobre el resto.
11 En niños parece ser mejor el uso de pomada (por su menor dificultad para administrar). Es posible que incluso aunque se administre directamente sobre el párpado y no se deposite ninguna cantidad en la conjuntiva se consiga efecto terapéutico. Se debe informar que es posible que después de su uso el paciente tenga sensación de visión borrosa.
12 No hay estudios que comparen el uso de pomada frente a gotas en el tratamiento de las conjuntivitis.
13 Oftalmolosa Cusi Eritromicina ® 0,5 %, pomada. Han aparecido resistencias a H. influenzae
14 Oftalmolosa Cusi Cloramfenicol ® 1 % pomada oftálmica. Existe riesgo de afectación medular.
15 Oftalmolosa Cusi Aureomicina ® 0,5 %, pomada
16 Oftalmowell colirio ®
17 Exocin 0,3 % ® colirio, Ofloxacino Pos 0,3 % ® colirio, Oculaflox 0,3 % ® colirio.
18 Cetraflux 0,3 % ® colirio, Oftacilox 0,3 % ® colirio o pomada.
19 Otros antibióticos que podrían ser útiles como bacitracina o azitromicina no tienen presentación en forma de pomada oftálmica en España.
Notas: la Guía-ABE se actualiza periódicamente. Los autores y editores recomiendan aplicar estas recomendaciones con sentido crítico en función de la experiencia del médico, de los condicionantes de cada paciente y del entorno asistencial concreto; así mismo se aconseja consultar también otras fuentes para minimizar la probabilidad de errores. Texto dirigido exclusivamente a profesionales. | |||
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