Fecha de actualización: 10/10/2011
(V.1.0/2011)
Se considera fiebre a una temperatura ≥ 37,5 ºC en la axila o ≥ 38 ºC en el recto. Las infecciones son la causa mas frecuente de fiebre, aunque puede plantearse un amplio diagnóstico diferencial1.
La fiebre es uno de los motivos de consulta más frecuentes en Pediatría y genera gran preocupación en los padres. El objetivo del tratamiento farmacológico es el alivio del malestar2 que acompaña a la fiebre, más que la eutermia en sí misma; la fiebre forma parte de la respuesta del huésped en la lucha contra la infección, y puede tener efectos favorables como el retraso del crecimiento y reproducción de microorganismos, aumento de la producción de neutrófilos y linfocitos T, y otros3.
Debemos transmitir tranquilidad e informar a los padres acerca de cómo actuar ante un niño con fiebre: administrarle líquidos por vía oral, observar su estado general y su actividad, vigilar la presencia de signos de alarma4 y recomendar un uso adecuado de los fármacos antitérmicos. No hay evidencias de que la fiebre constituya por sí misma un factor de riesgo para presentar complicaciones5 (salvo convulsiones febriles), y tampoco de que los fármacos antitérmicos disminuyan el riesgo de presentar convulsiones febriles en los ninos predispuestos. Los fármacos antitérmicos no previenen la fiebre: debe desaconsejarse su uso con este fin.
Actualmente, los antitérmicos recomendados en la edad pediátrica son paracetamol e ibuprofeno no habiendo diferencias sustanciales entre ellos en términos de seguridad y eficacia6.
Temperatura normal | ||||
Lugar anatómico | Axilar | Oral | Timpánica | Rectal |
Rango fisiológico | 34,7-37,3 ºC | 35,5-37,5 ºC | 35,8-38 ºC | 36,6-38 ºC |
Ciertas situaciones (por ej. temperatura ambiental elevada, ropa excesiva, ejercicio físico intenso) pueden producir aumento fisiológico de la temperatura, que suele ser de bajo grado y transitoria7 |
Lugares de medición de la temperatura según la edad (e instrumentos de medición8) | ||||
Edad | En centros sanitarios | Domicilio | ||
Elección | Alternativa: cribado en niños de bajo riesgo | |||
Menores de 2 años | Rectal9 | Axilar10 | Axilar10 | |
De 2-5 años | Rectal9 | Axilar10 (o timpánica11 o arteria temporal12) | ||
Mayores de 5 años | Oral13 |
Tratamiento de la fiebre: medidas generales14 |
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Tratamiento de la fiebre: fármacos antitérmicos15 | |||
Fármaco | Paracetamol16 | Ibuprofeno17 | |
Efecto terapéutico |
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Vía18 y dosis | Oral |
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IV |
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Efecto |
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Dosis tóxica |
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Efectos secundarios |
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Edad o peso mínimos | Automedicación |
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Prescripción |
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Presentaciones comerciales |
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Fiebre: indicaciones de derivación/ingreso hospitalario |
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Referencias bibliográficas |
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Abreviaturas: AAP: Academia Americana de Pediatría. Comp: comprimido. IV: vía intravenosa. Sol: solución.
1 Además de las infecciones: deshidratación, reacción posvacunal, patología neurológica, golpe de calor, hemólisis, fármacos, abdomen agudo, traumatismos importantes, neoplasia, enfermedad inflamatoria crónica, etc.
2 La fiebre puede producir o acompañarse de cefalea, hiporexia, vómitos, mialgias, congestión conjuntival y otros síntomas menores.
3 La práctica extendida de aconsejar administrar paracetamol o ibuprofeno antes de la administración de las vacunas está cuestionada tras los resultados de un reciente estudio que sugiere la posibilidad de un descenso de la respuesta inmune con esta medicación.
4 Signos de alarma: adormecimiento, decaimiento o llamativa irritabilidad; rigidez de nuca o dificultad para mover el cuello; respiración alterada; mala coloración, petequias; vómitos persistentes; convulsión.
5 Salvo la hipertermia (> 40,5 ºC); otras posibles excepciones serían los niños con enfermedades crónicas que pueden tener limitadas las reservas metabólicas.
6 El uso alternante de antitérmicos, a pesar de la amplia difusión que tiene, no es aconsejable, ya que fomenta la “fiebre-fobia” y, aunque algunos estudios muestran que es ligeramente más eficaz (tiempo de apirexia) que cualquiera de ellos por sí solo, se ha comprobado mayor riesgo de sobredosificación, dada la diferente farmacocinética de ambos fármacos.
7 La erupción dental probablemente no ocasiona fiebre.
8 Actualmente sólo están disponibles dispositivos electrónicos; siguiendo la normativa europea, la fabricación y comercialización de los termómetros de mercurio está prohibida desde abril de 2009.
9 La temperatura rectal ha sido considerada tradicionalmente el “patrón oro”, aunque algunos estudios muestran limitaciones de este método (tarda en reflejar los cambios de la temperatura central). Los resultados pueden estar influidos por la profundidad del lugar de la toma, por las condiciones que afecten el flujo de sangre en recto y por la presencia de heces. Aunque infrecuente, hay que tener en cuenta el riesgo de perforación rectal.
10 La temperatura axilar es más fácil de medir, pero más imprecisa (baja sensibilidad y especificidad) y dependiente de las condiciones ambientales. Es el método recomendado por la AAP como cribado en neonatos. Puede ser el lugar de medición estándar en domicilios, aunque en último término dependerá de las preferencias de la familia y del paciente.
11 Temperatura timpánica: mide la radiación térmica emitida por la membrana timpánica (ésta es una estructura muy vascularizada, cuya temperatura es muy parecida a la central). Factores relacionados con el paciente, el instrumento, la técnica y el ambiente contribuyen a la variabilidad. Para conseguir una lectura más precisa el cono debe poder introducirse profundamente en el conducto auditivo externo y permitir la orientación del sensor hacia la membrana timpánica. En un reciente metaanálisis se compara la temperatura timpánica y la rectal, y concluyen que la temperatura timpánica no debería utilizarse cuando se necesita medir ésta con precisión.
12 Temperatura arterial (arteria temporal) por infrarrojos sobre la frente. Un estudio reciente muestra una sensibilidad del 80% para identificar la fiebre (que mejora al 90% para fiebre de más de 38 ºC pero la especificidad desciende al 50%). Puede ser una herramienta de cribado en niños de bajo riesgo, pero no puede ser recomendada para la medición rutinaria de la temperatura.
13 La temperatura oral refleja la temperatura de la arteria lingual. Inconvenientes: fácilmente influenciada por la reciente ingestión de comida o bebida y por la respiración bucal. No se puede usar en niños pequeños, en los que no cooperan o están inconscientes. La precisión aumenta con la edad del niño.
14 Se les debe exponer a los padres la posibilidad de no tratar la fiebre farmacológicamente en casos de buena tolerancia a la fiebre baja (hacer hincapié en el verdadero punto de corte de la fiebre) y promover el empleo de medidas físicas, siempre que no causen malestar o incomodidad al niño.
15 La respuesta a los antitérmicos no es un indicador preciso de la causa de la fiebre y su gravedad.
16 Absorción gastrointestinal rápida y completa. Concentración plasmática máxima 30-60 minutos; vida media 1,5-3 horas. Metabolismo hepático; sólo el 2-5% aparece en orina.
17 Absorción gastrointestinal rápida y completa. Vida media 2 horas. Metabolismo hepático; sólo el 1% aparece en orina.
18 Vía rectal: la absorción es irregular y la biodisponibilidad podría ser 10-20% inferior a la vía oral. Los ensayos clínicos efectuados en pacientes con dolores posoperatorios han demostrado que, a posología equivalente, la vía IV es más eficaz que la oral, y que ésta es superior a la vía rectal.
Notas: la Guía-ABE se actualiza periódicamente. Los autores y editores recomiendan aplicar estas recomendaciones con sentido crítico en función de la experiencia del médico, de los condicionantes de cada paciente y del entorno asistencial concreto; así mismo se aconseja consultar también otras fuentes para minimizar la probabilidad de errores. Texto dirigido exclusivamente a profesionales. | |||
[i] Más información en:
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