Fecha de actualización: 27/06/2022
(V.2.0/2022)
La endocarditis infecciosa (EI) es una infección que afecta al endocardio, principalmente en las válvulas cardíacas y en lesiones preexistentes de cardiopatía reumática o congénita. En los últimos años ha habido un desplazamiento de su presentación hacia pacientes con cardiopatía congénita frente a reumática debido a la baja incidencia de esta última. Aun así, hasta un 10% de las EI pediátricas se dan en pacientes sin cardiopatía estructural. A pesar del uso adecuado e intensivo de antimicrobianos, es una entidad con alta morbimortalidad dependiente de la precocidad del correcto diagnóstico. Tiene una incidencia creciente debido a la mayor supervivencia de los pacientes con cardiopatías complejas y al uso creciente de técnicas invasivas en su tratamiento.
Los agentes etiológicos más frecuentes son bacterias gram positivas (en especial Streptococcus viridans, Staphylococcus sp . y Enterococcus) ; el Staphylococcus sp . es más frecuente en pacientes sin cardiopatía de base. Otras bacterias aisladas son las pertenecientes al denominado grupo HACEK (Haemophilus parainfluenzae, H. aphrophilus (Aggregatibacter aphropilus y A. paraphrophilus), Actinobacillus actinomycetemcomitans, Cardiobacterium hominis, Eikenella sp. y Kingella kingae). Los hongos (Cándida) son una causa poco frecuente de EI, generalmente en pacientes portadores de catéteres en vías centrales. La inmunosupresión per se no es un factor de riesgo de EI.
El diagnóstico se basa en tres pilares: un alto grado de sospecha clínica en pacientes con riesgo, el uso extensivo de pruebas complementarias microbiológicas y los hallazgos ecocardiográficos. Los criterios diagnósticos de Duke y Duke modificados son los que se emplean para el diagnóstico.
La profilaxis de la EI pretende evitar el desarrollo de la enfermedad en los pacientes con riesgo cuando son sometidos a procedimientos causantes de bacteriemia. Es una intervención fundamentada sobre escasas pruebas (consenso de expertos -nivel de evidencia C-). Este hecho, unido al aumento de resistencias a los antibióticos, llevó a la American Heart Association (AHA) a revisar en 2007 sus recomendaciones anteriores de 1997, limitando la indicación de profilaxis a las intervenciones con altas tasas de bacteriemia y sólo en los pacientes con cardiopatías de mayor riesgo. En estas guías de 2007 se insiste en los cuidados de la salud bucodental para disminuir las bacteriemias espontáneas ya que la EI es causada con más frecuencia por una bacteriemia asociada a actividades cotidianas (cepillado dental, masticación, uso de seda dental) más que por la bacteriemia asociada a procedimientos dentales, y solo un pequeño número de casos de EI podría ser evitado por la profilaxis incluso si su efectividad fuera del 100%. Estos hechos apoyan una mayor limitación de la indicación de profilaxis antibiótica. Además, tras la restricción de la indicación no se ha objetivado aumento en la incidencia de EI si bien no se ha realizado todavía ningún ensayo clínico aleatorizado y controlado, con potencia suficiente para aportar evidencia sobre la utilidad y el papel de la profilaxis antibiótica en este contexto.
En este texto se recogen las últimas recomendaciones de la Sociedad Europea de Cardiología, las últimas recomendaciones de la AHA en relación a la profilaxis de endocarditis por estreptococo viridans, así como las guías de práctica clínica de la Asociación Española de Pediatría junto con la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica.
Cardiopatías y situaciones de alto riesgo en las que se debe considerar la profilaxis antibiótica de EI |
||
Situación |
Clase de recomendación |
Nivel de Evidencia |
|
IIa |
C |
La profilaxis antibiótica no se recomienda en otras formas de cardiopatía valvular o CC |
III |
C |
Medidas preventivas a seguir en pacientes de alto riesgo (se deben recomendar en la población general y reforzarlas en pacientes de alto riesgo) |
|
Recomendaciones de profilaxis de EI en pacientes con cardiopatías de alto riesgo según el tipo de intervención |
|||
Procedimiento |
Recomendación |
Clase de recomendación |
Nivel de evidencia |
Procedimientos dentales que requieren manipulación de la región gingival o periapical de los dientes o perforación de la mucosa oral (extracción de diente, drenaje de absceso dental, limpieza dental) |
Se debe considerar la profilaxis antibiótica de EI |
IIa |
C |
Otros procedimientos dentales: inyecciones de anestesia a través de tejido no infectado, tratamiento superficial de caries, retirada de suturas, radiografía dental, retirada o ajuste de material protésico u ortodoncia, caída de dientes caducos o traumatismo de labios o mucosa oral con o sin sangrado |
No se recomienda la profilaxis antibiótica de EI |
III |
C |
Procedimientos respiratorios, gastrointestinales, genitourinarios, ginecológicos o cutáneos |
No se recomienda la profilaxis antibiótica de EI |
III |
C |
Procedimientos cardiovasculares: implante de marcapaso o desfibrilador |
Se recomienda profilaxis antibiótica de EI |
I |
B |
Procedimientos cardiovasculares: implante quirúrgico o percutáneo de material protésico (válvula/conducto) |
Se debe considerar la profilaxis antibiótica de EI |
IIa |
C |
Pautas de antibiótico para la profilaxis de endocarditis bacteriana9 |
||
Procedimientos |
Pauta estándar |
Alternativas |
Procedimientos dentales, cavidad bucal2 |
Amoxicilina, 50 mg/kg (máximo 2 g), VO |
Intolerancia a la vía oral; una de estas opciones:
|
Alérgicos a penicilina3; una de estas opciones: |
||
Alérgicos a penicilina3 e intolerancia a la vía oral; una de estas opciones: |
||
Pacientes que estuvieran tomando penicilina de forma continuada por otra indicación:
|
||
Procedimientos cardiovasculares8 |
Cefazolina, 50 mg/kg (máximo 1 g), IM/IV |
Vancomicina7, 15mg/kg (máximo 1 g) |
|
Pautas de tratamiento antibiótico para la profilaxis de endocarditis infecciosa en situaciones especiales9 en pacientes de alto riesgo |
|||
Aparatos |
Procedimientos |
Recomendación |
|
Aparato respiratorio |
Drenaje de absceso/empiema |
Antibiótico activo frente a S. viridans. Si se sospecha S. aureus, cubrir con cefalosporina/vancomicina |
|
Aparato gastrointestinal |
Cirugía o manipulación de tejidos infectados |
Antibiótico que cubra enterococos (amoxicilina o ampicilina, vancomicina en alérgicos) |
|
Aparato genitourinario |
Cistoscopia o procedimiento sobre el tracto urinario en pacientes con colonización o infección por enterococos |
Electivo |
Tratamiento de erradicación previo al procedimiento |
No electivo |
Antibiótico que cubra enterococos |
||
Piel y anejos o tejido musculo-esquelético infectados |
Procedimientos quirúrgicos |
Antibiótico activo frente a estafilococos y estreptocos beta-hemolíticos (penicilina antiestafilocócica, cefalosporina/ vancomicina o clindamicina si alergia o cepa meticilín-resistente) |
Referencias bibliográficas |
|
Abreviaturas:
CC: cardiopatía congénita, EI: endocarditis infecciosa, IM: vía intramuscular, IV: vía intravenosa, VO: vía oral.
1 Erradicar la enfermedad dental y periodontal para disminuir la bacteriemia relacionada con cepillado dental, uso de seda dental, masticación.
2 Objetivo: cubrir S. viridans y gérmenes del grupo HACEK.
3 No usar Cefalosporinas en pacientes con historia previa de anafilaxia, angioedema o urticaria con penicilina o ampicilina.
4 Se han documentado casos de eventos adversos graves relacionados con su empleo como profilaxis de EI en procedimientos dentales , motivo por el que la clindamicina se ha retirado de algunos documentos de recomendación americanos recientes.
5 También se pueden usar cefalosporinas de 1ª o 2ª generación a dosis equivalentes.
6 Alternativa en pacientes que no toleran penicilina, cefalosporina y macrólidos.
7 En caso de antecedente de anafilaxia, angioedema o urticaria con penicilina o ampicilina
8 La profilaxis de EI debe iniciarse justo antes de la intervención, repetir dosis si la cirugía se prolonga y mantenerla hasta 48 horas de la intervención. Si la intervención no es urgente se deben eliminar los posibles focos dentales de sepsis al menos 2 semanas antes.
9 En caso de realizar ciertos procedimientos cuando existe una infección confirmada, en pacientes con CC de alto riesgo, el régimen antibiótico elegido para tratar dicha infección debe incluir antibióticos que cubran determinados gérmenes. En caso de estar tomando antibiótico en el momento del procedimiento que necesita profilaxis, se debe retrasar el procedimiento al menos 10 días desde que finaliza el tratamiento antibiótico; para la profilaxis Se debe y elegir un antibiótico de clase diferente al que estaba tomando.
Notas: la Guía-ABE se actualiza periódicamente. Los autores y editores recomiendan aplicar estas recomendaciones con sentido crítico en función de la experiencia del médico, de los condicionantes de cada paciente y del entorno asistencial concreto; así mismo se aconseja consultar también otras fuentes para minimizar la probabilidad de errores. Texto dirigido exclusivamente a profesionales. | |||
[i] Más información en:
http://www.guia-abe.es/
[*] Comentarios y sugerencias en: laguiaabe@gmail.com |